Leyendas: La cruz del diablo
11/01/2013, Bastión Rolero
En este nuevo artículo sobre las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer presento una aventura diseñada para jugar con Héroes, el juego de Pandapon Studio Games, aunque vale para cualquier otro juego después de unos pequeños cambios. Espero que el título no os confunda ya que he juntado algunas leyendas en esta entrada.
La historia principal es La cruz del diablo aunque hay elementos de Maese Pérez el organista y El Miserere.
Los personajes viajarán a Bellver para liberarlo de El Diablo, un guerrero que está perpetrando una venganza contra el pueblo y sus habitantes. Tendrán que cambiar sus restos de sitio y enfrentarse a él para mandarlo al Tártaro.
Contexto
Al pie de la montaña se encuentra el pueblo de Bellver. Su población es principalmente religiosa y de hecho, Bellver se construyó en torno a su monasterio. Poseen numerosas festividades en las que todos participan para honrar a la Gran Madre que a cambio les brindará protección y alimento (una rama propia dentro de los Ortodoxos). Desafortunadamente, el gran número de jóvenes sanos del pueblo fue llamado a participar en cuantiosas guerras por los señores de la comarca reduciéndose así la población.
Recientemente, sus habitantes tuvieron que abandonar Bellver e instalarse provisionalmente en las cercanías del fuerte Segre, lugar donde se toparán con los personajes.
Bellver
Pequeña población humana que vive del campo y de la minería. Las pequeñas edificaciones en las que viven son de piedra extraída en la cantera que hay en la montaña Urgel, situada al norte. Estas casas de tejado de pizarra, en general, están desordenadas y orientadas al gusto de sus dueños y entre ellas hay estrechos callejones empleados para almacenar madera.
La población vive en torno al monasterio, situado en el centro de Bellver. Los campos de cultivo están al sur, cerca del cementerio, el cual es fácil de situar porque en él hay un enorme poste de piedra sobre el que hay una cruz de oro. Delante del monasterio está la plaza de los Héroes, donde los guerreros que vuelven después de una batalla son alimentados y atendidos mientras escuchan El Miserere.
El Miserere
Cántico en el que se perdona a los guerreros todos los pecados y crímenes cometidos durante la batalla. Se acompaña las voces con un órgano que siempre ha sido tocado por Maese Pérez, que fallece de manera natural antes del regreso de Rohan. Es el salmo 50 de la Biblia, por si alguien quiere leerlo.
NOTA: Una versión cantada de este salmo (en latín o italiano por ejemplo) puede emplearse como melodía de fondo mientras se enfrentan a El Diablo.
Rohan, "El Diablo"
Joven de Bellver que regresa después de la batalla con la cara desfigurada. No es reconocido por sus vecinos que lo atienden como un extranjero. Se ofende por ello y se presenta como Rohan, el hijo del cantero, no obstante, nadie le cree pues su voz también es distinta. Trata de razonar con ellos hasta que por fin lo consigue pero aún así no pueden darle los honores propios de un guerrero pues Maese Pérez el organista ha fallecido.
Se enfurece y exige que alguien reemplace el lugar de Maese Pérez, pero nadie en Bellver sabe tocar el órgano. Encolerizado, se encara con los priores y uno de ellos acaba con su vida después de un forcejeo. Entierran su cuerpo alejado de la cruz de oro como castigo, pues su comportamiento no fue propio de un guerrero. El lugar está señalizado con la llamada "la cruz del diablo" (una cruz invertida).
Cuando piensan que todo ha terminado por fin, Rohan aparece en forma fantasmal (ganándose el sobrenombre de El Diablo) y el pueblo se cubre de niebla. Asesina a los priores del monasterio y viaja al corazón del Gran Árbol para traer el alma de Maese Pérez a Avar. Es entonces cuando los obliga a interpretar El miserere durante toda la eternidad. El pueblo se llena de zombies (página 236) que atormentan a sus habitantes obligándoles a huir.
NOTA: Las características de El Diablo corresponden con las de un Caudillo Orco (página 223) cuyos secuaces son los zombies (cambiar la proeza Secuaces) y con la proeza "Enemigo de los pueblerinos" en vez del correspondiente aplicado a elfos.
Los personajes entran en acción
Los personajes se encontrarán a los habitantes de Bellver en el fuerte Segre. Ellos serán reticentes con ellos y no querrán explicarles su situación, en cambio, los soldados de la fortificación quieren que los pueblerinos se marchen y les darán a los personajes todos los detalles del fatídico día en el que Rohan volvió a Bellver.
Oirán como uno de los bellverinos explica que fue un error no enterrar el cuerpo de Rohan bajo la cruz de oro y que daría lo que fuera por poder trasladar su cuerpo desde "la cruz del diablo" hasta allí para poder enviar al Diablo al Tártaro y hacer que los priores y Maese Pérez descansen en paz.
Cuando muevan los restos de Rohan y se enfrenten a él, los pueblerinos podrán regresar a su hogar.
Complicaciones e ideas para la partida
- El Diablo estará en el monasterio, el cual está cerrado y protegido por zombies.
- El cuerpo de Rohan no estará entero sino que le faltará algún hueso (o la cabeza por ejemplo) por lo que tendrán que buscarlo (acompañar ésto de alguna pista o improvisar según la reacción de los jugadores).
- Alguna parte del cuerpo está en posesión de El Diablo por lo que la aventura finalizará con los personajes enterrando el último trozo del cuerpo de Rohan en vez de que todo termine tras el enfrentamiento contra él.
- El enfrentamiento contra Rohan no es en el monasterio sino por el pueblo. Los personajes irán tras él mientras los zombies los retrasan.
Emplear como inicio de historia principal
Los personajes podrían ser habitantes de Bellver que viven en sus propias carnes el regreso de Rohan y la aparición de los zombies. Ayudarán a los pueblerinos a restaurar la paz de Bellver. "Mi alma irá al Tártaro, pero el Tártaro vendrá a Avar y este mundo será maldecido con el dolor y el sufrimiento de los condenados. Más allá de la montaña Urgel tenéis una pequeña muestra del poder de Geist" se despedirá El diablo.
Como objetivo principal no estará solamente el luchar contra las fuerzas del mal sino que los personajes tendrán que buscar a un nuevo organista.
Para que los jugadores sientan simpatía por el pueblo, se podría hacer antes aventuras relacionadas con él para calentar motores. Servirían como partidas para habituarse al sistema y relacionadas con la vida campesina de los personajes. Un ejemplo sería la búsqueda de niños perdidos en el bosque o proteger a los animales de los lobos.
Para explicar el que haya más razas que la humana en Bellver se podría apelar a las guerras en las que hayan luchado los pueblerinos habiendo sido los personajes acogidos por ellos después de una teniendo cabida el que haya felians o enanos en el grupo entre otros.