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Actual play de High-Space II: El desastre de la Atlantis

10/07/2020, Cóctel de Rol

El desastre de la Atlantis es la primera aventura que aparece en el manual de High-Space, aunque yo la dirigí en segundo lugar. Por motivos evidentes, solamente la he jugado vía online y lo hice con cuatro grupos de juego diferentes.

Como en el anterior actual play, habrá spoilers sobre la aventura y todos los comentarios que hago los hago desde el punto de vista de la dirección de juego (¡dirigidme a High-Space!).

De todas las aventuras de High-Space, considero que esta es la más previsible. Nada más los personajes recibir el mensaje de auxilio de la nave Atlantis indicando la alerta biológica, les viene a la mente la palabra “zombies”. Además, como no hay ninguna restricción, los tripulantes vuelven a su nave para realizar pruebas médicas e investigaciones en medio de la aventura, por lo que el peligro que supone la Atlantis es fácilmente evitable.

La aventura propone encuentros aleatorios por cada estancia que visiten, pero opté por incluir como evento obligatorio en la sala de ingeniería el encontrarse a tres zombies golpeando un armario. En este armario hay encerrada una tripulante que puede hablarles como testigo de los contagios. Ella es una joven ingeniera que ha visto a sus compañeros caer enfermos y señala el laboratorio como la fuente de contagio.

Intento que la sala de ingeniería sea la primera sala que se encuentren en la nave, salvo que quieran ir directamente a puente. De esta forma, pueden activar el soporte vital y visitar el resto de la Atlantis con comodidad.

Si la sala de ingeniería no es el primer lugar que pisan, lo será el puente de mando. Me han sorprendido más de una vez preguntando por equipos y sensores que han visto de series como Startrek, por lo que piden el comprobar cuántas personas hay en la nave. En este caso suelo dejar claro que hay dos, la ingeniera y Heldrom, dando lecturas confusas para contabilizar a los zombies.

Cabe destacar que, salvo un grupo, ninguno ha querido pisar el laboratorio y han ido directos a puente a buscar a Heldrom, el capitán, y allí no se lo encontrarán, pero tampoco en la bodega inferior. A pesar de lo que indique el módulo, para mí no tiene sentido que esté en la bodega inferior, puesto que la bodega es el primer sitio que visitan pues es probable que el acople de la nave esté en esa área. A Heldrom lo sitúo en su camarote, recopilando toda la información sobre los experimentos. Queriendo destruir los discos duros, existe una excusa perfecta para que lo acompañen a la sala de ingeniería para que lo haga y allí active la autodestrucción.

La gente tiende a sospechar siempre de las intenciones de Heldrom, evitando con facilidad que destruya la nave, forzando a que haya un tiroteo donde este muere o que este trate de saltar hacia los motores para suicidarse y eliminar la información confidencial.

Como dato relevante, la gente no entiende del todo la forma de actuar de Heldrom. El enviar un mensaje de auxilio para atraer a los personajes a los que querrá destruir para evitar que se expanda una enfermedad por el espacio. Entienden que no quiere que se difunda la información, pero en medio de un casi infinito espacio el encontrarse con otra nave es tan improbable y más si, como explica el módulo, deben buscarla a conciencia, que la decisión más inteligente de Heldrom hubiera sido no enviar el mensaje de socorro.

Por mi parte, no fue algo que quisiera transmitir o que hiciera aposta, sino que salió a colación a final de la aventura, en un intercambio de opiniones ya en mi primer grupo de juego. En grupos posteriores también se les planteaba dudas al respecto y entendían que el módulo no era mío. Pero la sensación es esa, que la motivación y desenlace de El desastre de la Atlantis es absurdo.

Es por este fallo de trama que, aunque El desastre de la Atlantis se dirige con mucha facilidad, es como si estuviese dirigiendo en un campo de minas en la que cada vez que una estalle, recibiré una pregunta o duda sobre la aventura que yo no sé responder o ni yo misma sé encontrarle la lógica.

Algunas de las preguntas que me han hecho y que recomiendo preparar antes de dirigir a esta aventura:

Para un grupo más pasivo, menos resabido o con menos experiencia, pasará por alto esa clase de cuestiones, haciendo que El desastre de la Atlantis sea pan comido.